martes, 29 de diciembre de 2015

Shyness versus daring. Introversion versus extroversion.

Two of the personality features that people are characterized by are shyness and introversion.
Both of them are not the same. They look quite similar but shyness is a feeling of insecurity or shame that a person feels in certain social circumstances and it doesn’t allow this person to talk with other people and to interact properly with them.

Instead, introversion, is the attitude of concentrating your interests on your thoughts and feelings, it is the sensation of not needing to be in contact with people or with your social environment, and to keep your energies just within yourself.

A person can be shy but not introverted and vice versa.

But what is better?

Not to have any problem talking with the rest of the world, to open yourself easily?  or by the contrary, to be closer, to keep your thoughts and emotions with you and to not share with them?

Like all in this life, both cases have their strong and weak points.

I could say that a shy person is an observer person, is someone who likes to listen to other people’s opinion, is someone that prefers to know about others before than they know about him/her.

It is a closed book that you can read slowly, turning the pages one by one.
It is a box full of surprises ready to be discovered, but you have to be patient because these surprises are going to be revealed bit by bit.
It is a dancer who is not going to show their best dance until the final performance.

On the other hand we have the gregarious people, those who can speak about their life with any unknown person, those who are excellent story tellers, those who have no  problem in saying or doing whatever they want, those who are brave, daring people in social situations.

They shine in any social event, they act, they speak, they make people laugh, they entertain the rest.

Also, there are people who are not totally shy neither totally extrovert. It depends on the circumstances they act in one way or in another way.  

People who know what it feels when you are embarrassed and your face starts to get red like if it was a reindeer nose; people who can’t say goodbye because their voice it doesn’t come up.

But also people that are able of talking about themselves with another person for hours, another person that makes them to feel comfortable, that makes them to lose their inhibitions, to open their doors, and just to be themselves.

Introversion or extroversion, shyness or not shyness, we need both.













sábado, 19 de diciembre de 2015

A globetrotter

A globetrotter is a person who can’t remain all their life living in the same place.

It is a person who needs to discover new landscapes, to get involved in other cultures, to meet different people. 

A globetrotter doesn’t feel any one place like his own place, is not a couch potato, is a bird that always wants to fly, who never wants to stop.

A globetrotter will go to as many places as they can. His life philosophy is travelling for growing, for knowing, for being happy.

And it is not just travelling, it is living, it is doing things that you had never thought you would do.

A globetrotter doesn’t have any moorings that holds them to any harbour.
                                                   

A globetrotter is a free soul. 

I just want to go.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Que fluya lo cursi

Érase una vez, dos niñas que nacieron en lugares cercanos, en tierras unidas por las mismas costumbres, las mismas gentes, los mismos paisajes...Crecieron en torno a los mismos estilos de vida y más de una vez, tuvieron que cruzarse, sin saber que en un futuro la vida les uniría. 

Fue hace 3 años cuando, por casualidades del destino, fueron a parar a la misma ciudad y bajo el mismo techo. 

Dos iznajeñas, aldeanas, que aquel primer día en que se conocieron, jamás pensaron que de esas dos personitas surgiría una gran amistad. 

Ellas, junto con dos penkas más, formaron un buen equipo; un buen grupo de compañeras de piso, de compañeras de risas, de compañeras de confidencias, de consejeras, de compañeras de viajes, e incluso de predictoras del futuro. 

                 

Y pese a que los caminos de sus vidas las separaran por los deseos de aventuras de la penki mayor, la distancia no impediría las sesiones de Skype, o los reencuentros penkales. 

Hace unos meses sus vidas se volvieron a unir, y de ello surgiría una amistad aún mayor, nutrida por innumerables momentos compartidos, horas de whastappeo, visitas al pantano, desahogos y consuelos.













Han sido tantos los momentos. Ha habido risas, ha habido llantos, ha habido comprensión, ha habido felicidad. 

Nuestra chinese/japanese dinner, tus tortitas (que me tienes que volver a hacer), las comilonas de tarrinas de helado de oreo del mercadona, esa peli que aún está por terminar, nuestro paseo en barquita (que aunque suene a plan romántico, ya que no tenemos a ese príncipe/princesa azul, ¿qué mejor compañía que la nuestra?).

No sólo hemos compartido momentos, hemos compartido pensamientos, sentimientos, y aunque somos distintas, la mejor cosa que tenemos en común, es que tenemos un gran corazón. 

Te echaré de menos, donde quiera que estemos, pero sé que pese a la distancia, te sentiré cerca. 

Y como dice la canción, que fluya lo cursi, esas yonkis del amor que como todo ser humano desean ser amadas. 

Pero al final, el amor que más dura, al menos, por mi experiencia, es el de una buena amistad. Y ya sabes, siempre nos quedará nuestra chinita...  





domingo, 13 de diciembre de 2015

El "amor" del siglo 21

El siglo 21 nos ha introducido en una nueva "cultura de las relaciones amorosas". 

Ya no se buscan novios/as, no se busca una pareja para toda la vida, o eso es lo que esta cultura nos inculca. 

Nos enseña que el amor para toda la vida no existe, que las parejas se divorcian, que no tienes que dar tu brazo a torcer por nadie, que lo más importante eres tú, y que no des mucho por otra persona, porque esa persona te va a dar la espalda de un momento a otro. 

Que un día, te acuestas acurrucado a esa persona especial, con la que tienes ilusiones, y a la mañana siguiente te despiertas solo, y te das cuenta de que todas tus ilusiones se han desvanecido.

Esta cultura nos proporciona herramientas para propiciar esa ruptura de relaciones y la posibilidad de conocer a cientos de posibles "amores", herramientas que todos bien conocemos, llamémoslas whatsapp, llamémoslas tinder, llamémoslas facebook.

La cultura de hoy me acuesto contigo y mañana me acuesto con el otro u la otra. 

La cultura del placer sin sentir. 

Pero, ¿estamos los humanos preparados para ser felices en una cultura como esta?