Mi primer 1 de Marzo en el que estoy sin ropa de abrigo, con un clima ideal, oliendo a césped recién cortado, escuchando a los grillos cantar, disfrutando "al fresco", como en mi pueblo se suele decir, de una noche de verano. Adoro este lugar.
Uno de mis sueños siempre había sido vivir en un lugar así, donde el invierno no existiera y a día e hoy, puedo decir, que es verdad que algunos sueños se cumplen.
Después de casi una semana viviendo aquí, puedo decir que Miami es muy diverso, es como un rompecabezas donde todas las piezas encajan aunque sean muy distintas.
Puedes encontrar desde zonas de rascacielos, ruidosas, con gente ajetreada yendo de un lado para otro; a zonas de casitas, con bonitos jardines, donde reina la tranquilidad y que recuerdan a los barrios de las películas americanas; o largos paseos junto al océano repletos de palmeras.
Y es que vivir aquí es sentirte, en ocasiones, como si estuvieras dentro de una película, en el sentido de que las imágenes que ves a tu alrededor son como escenas de las películas que millones de veces has visto.
Los largos autobuses amarillos de los colegios, los enormes supermercados con cientos de variedades de todo, donde lo más difícil es encontrar algo sano y con pocas calorías; banderas americanas en cada rincón...
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